martes, 21 de abril de 2009

Hoy todo ya no sé.

El atardecer caía lentamente, el viento soplaba con delicadeza, y las nubes se transportaban mecidas por una melodía invisible pero constante. En el balcón, Julieta se hallaba sentada, observando el descenso del sol, que a cada instante el mar lo engullía aún más...

Y entre sus manos, una carta. No se había percatado aún de que finalmente habían dejado de temblarle; estaba demasiado concentrada en releer cada palabra y tratar de hallarle otro significado además del que era evidente... Pero no, todo era tal cual debía ser, y a pesar del enorme abismo que sentía dentro de sí, la confianza de que nada había cambiado entre ambos, y en ambos, era lo que le daba fuerzas... Aún no entendía para que, pero ya se daría cuenta después...

Suspiró, y alzó la vista al cielo azul que se extendía sobre su cabeza, donde varias nubes grisáceas comenzaban a congregarse, tapando la enorme nube de un blanco anaranjado que destellaba los últimos rayos... Sonrió. Era tan perfecto y absurdo, tan hermoso e irreal. Era nada... como siempre.


~Nada. Te Regalo un Cuento. SaraaOlea



Otra cosa rara escrita ya HACE MUCHO. Dagh.

No me había dado cuenta de lo mucho que me importas.

La verdad, sigo sin darme cuenta.

¡Mentira!



Como me encantaría que por una sola vez así fuera. De verdad.


Te extraño. Como no tienes idea.

1 comentario:

Cris ^^ dijo...

Tus cosas raras son entretenidas de leer :)

saludos! ^^